|
Unos
ochenta libros de artista son, realmente, un hito significativo en el
trabajo editorial colombiano y máxime cuando ellos combinan
poetas y
artistas colombianos (Maria Mercedes Carranza, Juan Manuel Roca, Dario
Jaramillo, con ilustraciones de figuras como Antonio Samudio y Hugo
Zapata), y, al mismo tiempo, escritores de América como
Adriano
Gonzalez Leon y creadores como Luis Felipe Noe. Vale la pena entonces
repasar esta trayectoria para reconocer su importancia.
Hace cuarenta años que viven juntos. Tienen dos hijos,
Angela Maria, economista que reside en Nueva York y Santiago, ya
destacado pintor. Pero tienen tambien un tercer hijo, que crece cada
día, y que se llama Taller Arte Dos Grafico - Galeria
Sextante, en la carrera 14 No. 75-35, de Bogotá. Son Maria
Eugenia Niño y Luis Angel Parra, al frente de uno
de los espacios creativos de mayor dinamismo en Bogotá, y de
más destacada proyección internacional, en los
dos sentidos.
Sus libros de arte, hechos en Bogotá, viajan por el mundo, y
los
artistas que los hacen, vengan de Argentina, Chile, Peru o Venezuela
residen por temporadas en el taller, al trabajar con
tipógrafos,
linotipistas, y sabios artesanos colombianos en sus grabados
o serigrafías, en piedra o metal. Tambien los poetas y
pintores
colombianos asumen el taller y la galería como suyos y crean
un
dinámico circuito de charlas, exposiciones, conciertos e
intercambios,
que ostenta ya una cosecha de innumerables frutos.
Curiosamente muy ligados a un peregrinaje bogotano que se inicio en el
7 de agosto cuando dos estudiantes de la Universidad Nacional, una que
estudiaba bellas artes y otro ingenieria quimica apasionado por el
teatro. Alli empezo todo: Bavaria daba un afiche gratuito semanal a los
grupos de teatro y Maria Eugenia y Luis Angel se encargaron de esa
tarea, con sus primeros complices : el fotografo Pedro Miranda y los
pintores Fernando Davila, Raul Cristancho y Fernando Zalamea.
Luego irian a Palermo, en la que fuera la casa del general Ruiz Novoa,
en la 45 y mas tarde, por años, en la carrera 11 con calle
67.
Vivieron los ultimos estertores de un arte exacerbadamente
político, en
el Taller 4 Rojo, y un eco de las hojas volantes o chapolas, que
repartian en la Universidad Nacional, a partir de las listas de
elementos de construcción que el padre de Maria Eugenia
elaboraba en
gelatina, los hacia sentir artistas y a la vez compromentidos con
causas polémicas o justas. Estamos hablando de 1977. Mas
tarde, en
1993, a los diez años de la muerte del poeta chileno Pablo
Neruda apareceria lo que bien pudiera llamarse el primer libro-arte :
Neruda y la alegria del mundo. 21 grabados y 180 ejemplares donde David
Manzur y Enrique Grau, Umberto Giangrandi y Antonio Samudio, Leonel
Gongora y ya un destacado maestro venezolano : Alirio Palacios junto
con Trujillo, de Panamá ofrecieron sus grabados.
Porque el trabajo con Venezuela ha sido constante y exitoso. Libros de
Ricardo Benaim, y del poeta Enrique Hernandez D' Jesus, el popular
Catire Hernandez, textos intensos y reverberantes del novelista
venezolano Adriano Gonzalez Leon, ya fallecido, y del cual la anecdota
cuenta como Luis Angel Parra, sin conocerlo, le llevo las pruebas a
Caracas y la direccion en el barrio de Las Mercedes no parecia muy
habitable. Semicerrado y penumbroso, en la mañana, al fin,
para no perder el viaje desde el Maiquetia, se decidio a entrar para
ubicarse. Se trataba del bar Hereford en cuya barra Adriano, el viejo
ballenero de "El Techo de la Ballena", aguardaba sobrio. Al leer las
pruebas lloró y comprobó una vez mas la verdad de
la sentencia de Rimbaud : Yo soy un otro. Je est un autre.
El dialogo con Venezuela merece destacarse. A partir del dibujo en una
servilleta de un mapa sin fronteras entre Colombia y Venezuela, Ricardo
Benaim y Luis Angel Parra se lanzan a una febril actividad
utópica.
Envian 200 copias del dibujo a pintores, músicos, escritores
y
periodistas de los dos paises para que los intervengan. Este proyecto
MAPA tendrá derivaciones imprevistas, donde como
dijo Parra ya es hora que nos convoquemos a nosotros mismos, dando
lugar en el 2000 al viaje de 140 artistas a la Orinoquía
colombo-venezolana, de San Fernando de Atabapo a Puerto
Inírida. Alli
donde confluyen el Orinoco, el Guaviare, el Inírida y el
Atapabo, y en
cuyas aguas nocturnas, iluminadas con antorchas se
representó una obra de teatro. Como lo dijo el
poeta William Ospina, cuya poesia editaria el Taller: "Antes de los
paises, el mundo; antes de las fronteras, la inmensidad, y tambien
despues". Solo que Ospina junto con Maria Mercedes Carranza
y Juan Manuel Roca, quien rendiria homenaje a Juan
Rulfo y Cesar Vallejo en libros de arte, y el poeta argentino Daniel
Samoilovich encontrarian un inesperado colega.
En el 2004, en 90 ejemplares numerados en arabigo y 6 ejemplares
numerados en romano, Mario Vargas Llosa se revela como inesperado
poeta, al hablarnos de una estatua viva y sensitiva, a la cual
acompañan tres litografias originales del maestro Fernando
de Szyslo dibujadas sobre piedra. Pero las cosas no son
fáciles cuando
se trata del parto de un nuevo poeta. Parra tuvo que recurrir a San
Francisco, California, para encontrar la tipografía
(Centauro de
M&H Type Foundry) que alegraria al bardo de Arequipa, ahora
flamante premio Nobel. Asi se cumplen los sueños de quienes
como Parra y Niño quisieron preservar el equilibrio
ecologico de Suramerica sembrandole poesia a traves de las artes
gráficas. Y lo han logrado, desde
Bogotá.
Juan Gustavo Cobo Borda
|