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En 1882, Joaquim Maria Machado de Assis publica, por entregas, en un periodico de Rio, su cuento largo El alienista . Habia nacido en 1839, dado a conocer su primer poema en 1855, y moriria hace cien años, en 1908.
Su personaje central, el Dr. Simon Bacamarte, hijo de la nobleza de la tierra y el mayor de los medicos de Brasil, de Portugal y las Españas, deja atras Coimbra y Padua, donde habia estudiado, y Lisboa, donde el Rey le pide quedarse. La Ciencia - dijo a Su Majestad - es mi unica ocupacion ; Itaguaí es mi universo. La Ciencia, en un pequeño pueblo brasileño, intentara regir el mundo, darle orden y sentido. Y como lo dice en un parrafo premonitorio de Garcia Marquez ,
se encerro en Itaguaí y se entrego en cuerpo y alma al estudio de la Ciencia, alternando las curaciones con las lecturas, y demostrando los teoremas con cataplasmas.
Consigue mujer acorde con sus necesidades. Ni bonita ni simpatica, para no perder el tiempo contemplandola. Pero si reunia condiciones fisiologicas y anatomicas de primer orden para darle hijos robustos, sanos e inteligentes :
digeria con facilidad, dormia regularmente, tenia buen pulso y excelente vista.
No fue asi, y a Bacamarte le quedo todo el tiempo del mundo para pensar y reflexionar en la salud del cuerpo y del alma. En poner toda su energia al servicio de la Ciencia, pues el retraso en tal campo era notorio : Itaguaí carecia de Casa de Orates. Persuadio al Ayuntamiento, consiguio apoyos, fue secundado por su amigo el farmaceutico, Crispin Soares, y con ventanas pintadas de verde, las unicas en el pueblo, se inaguro el manicomio. Los locos no podian permanecer mas encerrados en sus casas, por sus parientes; o deambulando por las calles : debian estar juntos. ¿Pero quienes eran locos?.
El muchacho ignorante que echaba, despues del almuerzo, discursos academicos con tropos, antitesis, apostrofes, y citas en latin y griego de Ciceron, Apuleyo y Tertuliano. Enamorados, devastados por los celos. El hijo de un vendedor de trajes de confeccion que increpaba a las paredes con este discurso sobre sus origenes :
Dios engendro un huevo, el huevo engendro la espada, la espada engendro a David, David engendro la purpura, la purpura engendro al duque, el duque engendro al marques, el marques engendro al conde, que soy yo.
Pero poco a poco insensiblemente, los cuerdos, vistos por el ojo de aguila de Bacamarte, cometen errores, vacilan, se equivocan, sienten como el piso se inclina, y terminan como una ficha mas del galeno clasificador que los estudia : monomanias, delirios, alucinaciones diversas. Para concluir con el diagnostico estremecedor:
La locura, objeto de mis estudios, era hasta ahora una isla perdida en el oceano de la razon; comienzo a sospechar que es un continente.
Y alli si caben todos : el que se admira a si mismo, por los logros obtenidos. El que, por su generosidad absurda, ha pasado de la opulencia a la abundancia; de la abundancia a la mediania ; de la mediania a la pobreza : de la pobreza a la misera, gradualmente. Sea por exceso, por defecto; exhuberantes o pusilanimes, el saber que Bacamarte los tenia en la mira, terminaba por alterarlos: huir, esconderse, delirar en la paranoia.
Pero si el padre Lopez, el cura del pueblo, ya sospechaba de todo ello, solo seria cuando el barbero Porfirio - a quien, de paso, habian enriquecido las muchas sanguijuelas succionadores que le solicitaban de la Casa Verde, para efectuar sangrias - se rebelo, y con treinta personas inicio la protesta ante el Ayuntamiento. No era posible; se habian sobrepasado los limites.
Pero el Ayuntamiento no puede dictaminar en asuntos cientificos ; y el ejercito tiene la obligacion de mantener el orden en las calles. Todo ello mientras Bacamarte llega a un nuevo estadio de su sabiduria :
Todo era locura. Los cultivadores de enigmas, los fabricantes de charadas, de anagramas, los difamadores, los curiosos de la vida ajena, los que ponen todo su cuidado en su acicalamiento, algun que otro funicionario engreido ; nadie escapaba a los comisarios del alienista. Respetaba a las enamoradas, pero no dejaban a las enamoradizas, afirmando que las primeras cedian a un impulso natural y las segundas a un vicio.
En definitiva : no habia una norma para la completa sanidad mental. El afan de encerrar y clasificar todos los movimientos del ser humano en los rotulos en apariencia cientificos del positivismo desemboca, con rigor insospechado, en la locura.
Pero aqui viene la sabiduria literaria de Machado de Assis y su mirada clinica sobre el asunto : el poder ha enloquecido al aparentemente altruista cientifico. El que se ha llenado de oro, por las familias que querian encerrar a sus dementes, prescinde de los subsidios del Ayuntamiento, e intenta convencernos de su generosidad y desprendimiento : el solo sirve a la Ciencia, al Bien Comun, al Bienestar General, aun cuando las celdas no puedan recibir ya mas reclusos. La casa de los locos es la casa del poder, concentrada como nos lo recordaria años mas tarde Foucalt y la antisiquiatria. Solo que los once muertos y veinticinco heridos de la primera asonada todavia lo impactan y lo hacen reflexionar. Lo llovan a buscar las causas de ese desafuero violento. Investido de plenos poderes, por un año, Bacamarte ahonda en su indagacion. Una quinta parte de la poblacion estaba recluida. Pero recluida por clases : los molestos, los tolerantes, los veridicos, los leales, los magnanimos, los sagaces, los sinceros, etc. Conclusion debia admitirse como normal y ejemplar el desequilibro de las facultades y como hipotesis patologica todos los casos en que el equilibrio fuese ininterrumpido. El infatigable, el hacendoso, el que no para un momento, al servicio de su ideal ; el que repite siempre el mismo discurso, ya no para persuadir al auditorio, sino para convercerse a si mismo que esta en la ruta correcta ; el que no reconoce ninguna voz ajena, sino su monotona cantinela diaria, vuelve los cambios de rumbo, las veleidades caprichosas, las injusticias, para el inocuas, en refuerzos de su patologica obsesion.
Conclusion : Simon Bacamarte encontro en si mismo las caracteristicas del perfecto equilibrio mental y moral ; le parecio que poseia la sagacidad, la paciencia, la perseverancia, la tolerancia, la veracidad, el vigor moral, en fin : todas las cualidades que conforman a un acabado mentecato.
El poder corrompe pero el poder absoluto enloquece. El no ve en si mismo ese cumulo de cualidades que le señala el padre Lopes : porque tiene otra cualidad que realza aun mas las otras : lo modestia. Ejemplar de una raza nueva y unica, se encierra solo en la Casa Verde para estudiarse y curarse. A los diecisiete meses muere sin haber podido alcanzar nada.
Esta nouvelle, releida en Colombia, a los cien años de la muerte de Machado, parece insooportablemente actual. Pero tal es el sentido de los verdaderos clasicos que sin petrificarse todavia nos desasosiegan, perturban y hacen reir.
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